A cuatro días para que comience el juicio en Madrid contra Jordi Pujol y su familia, la defensa del expresident de la Generalitat de Cataluña ha recurrido la decisión de la Audiencia Nacional de citarlo, por videoconferencia, para examinar su estado de salud, aduciendo que “no está en condiciones de ser juzgado“.
En sus alegaciones, presentadas este jueves por el abogado del expresident, Cristóbal Martell, insiste en que se debe archivar la causa contra él por “el deterioro cognitivo que sufre,” pero anuncia que, sea cual sea la decisión final del tribunal, no lo va a recurrir.
El abogado recuerda que el Pujol, de 95 años y que está hospitalizado por una neumonía en una clínica de Barcelona, no puede ni debe desplazarse a la Audiencia Nacional para ser explorado, por lo que comparecerá por videoconferencia si el tribunal se reafirma en que quiere examinarlo directamente.
La defensa se apoya en el dictamen de los forenses que la semana pasada examinaron a Pujol y que concluye que el expresident sufre un “deterioro cognitivo moderado”, por lo que no está “en condiciones” de comparecer en el juicio ni dispone de la “capacidad procesal” para defenderse.
Pujol, junto a sus siete hijos, está a las puertas de afrontar el juicio por el origen de su fortuna oculta, que tiene que arrancar el próximo lunes.
La Fiscalía Anticorrupción pide nueve años de cárcel para el exjefe del Govern, al que acusa de enriquecerse junto a su familia con comisiones ilegales pagadas por empresarios afines a Convergència Democràtica de Catalunya a cambio de obra pública, hasta amasar la fortuna que tenían oculta en Andorra.