Madrid
El actor Alejo Sauras, de 46 años, protagoniza la portada de la revista Men’s Health de la edición de diciembre. En ella, habla de su trayectoria profesional, que comenzó en Al salir de clase –donde se dio a conocer– y explotó en Los Serrano, mítica serie española que le consolidó como actor.
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Los Serrano comenzó en 2003 y, desde el principio, tuvo presencia Alejo Sauras, que interpretaba en papel de Raúl, un muy buen amigo de Marcos (Fran Perea) y de la familia Serrano. Sauras comenzó con 24 años en esta serie española y en la entrevista para Men’s Health apunta que eran “una familia de verdad” y que se divertían mucho juntos.
“Fue bestial, porque no hay nada mejor que ser joven, tener dinero, tiempo para gastarlo y buenos amigos”, ha explicado el actor, alabando a Antonio Resines, puesto que hacía los rodajes mucho más amenos. “Mira si era genial que, de las 10 horas que puede tener un rodaje, Resines conseguía acortarlas por lo bien que funcionábamos y encima teníamos vacaciones, como en el colegio”, explica.
Un hecho que agradece Sauras es que su generación de actores fue de las últimas que vivieron el inicio de su fama sin redes sociales. “Creo que debemos ser la última generación de actores que saben lo que es vivir sin redes, y me alegro profundamente de que todo este éxito me ocurriese antes de ellas”, ha destacado.
“Es como si volviese a tener 25 años otra vez”
Además, parece ser que el éxito de Los Serrano nunca acaba y que la gente sigue viendo esta serie, ya que Sauras ha apuntado que las personas que le paran por la calle le hablan de ella. “Me siguen parando por la calle para hacerse fotos diciéndome que están viendo Los Serrano y es como si el tiempo no hubiera pasado, como si volviese a tener 25 años otra vez”, ha afirmado.
El que fue “Raúl, de Los Serrano” rememora en la entrevista algunos recuerdos escondidos de los rodajes de esta serie. Uno de estos tuvo lugar en la famosa taberna de los hermanos Serrano: “Las patas de jamón del bar fueron un problema porque, sí, eran jamones de verdad”, ha apuntado Sauras.
“¿Sabes lo qué pasa si pones un jamón colgado durante muchos días en un sitio lleno de focos cuya temperatura alcanza fácilmente los 30 grados? Era muy común estar en una secuencia grabando y notar cómo te iban cayendo las gotas de grasa en la cabeza o por el cuello”, ha confesado el actor, quien ha admitido que llegó a robar “algún jamón”. “Estaban bien buenos”, ha afirmado Sauras.