La teoría del ‘bocata’ es ahora mismo la principal hipótesis sobre el origen del brote de peste porcina africana detectado en Cataluña el pasado viernes. Así lo ha adelantado el consejero de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Generalitat, Òscar Ordeig, quien ha apuntado … que los restos de un bocadillo con embutido contaminado que entró en contacto con algún ejemplar de jabalí es ahora mismo la causa más probable.
Mientras un inusual despliegue de agentes rurales, Mossos y policía local trata de blindar la zona del parque en el que se hallaron los jabalíes -a los que se suman hoy 117 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME)-, los laboratorios trabajan a marchas forzadas en el análisis genético de los jabalíes contaminados, lo que permitirá determinar si la cepa coincide con alguno de los focos detectados en Europa.
De ser así, y dada la distancia -de inicio se descarta la posibilidad de que animales contaminados hayan llegado vivos a Cataluña-, lo más probable es que el origen de la contaminación sea un producto alimentario contaminado, por ejemplo restos de un bocadillo con embutido tirado a la basura. En este sentido, la zona en el que se hallaron los ejemplares muertos, en Cerdanyola del Vallès, es una zona por la que, entre muchas otras vías de comunicaciones, discurre la AP-7, con gran tráfico de coches y camiones procedentes del continente europeo.
Ahora mismo, y entre llamadas a la prudencia, desde la Generalitat se valora que todos los ejemplares contaminados que se han detectado son parte del mismo foco y están dentro del radio de vigilancia y aislamiento, una primera zona de seis kilómetros de radio totalmente cerrada, y otra de 20 en la que están prohibidas las actividades de ocio. De igual modo, se recuerda que dentro del radio de vigilancia hay un total de 39 explotaciones porcinas, y que todas las analíticas hechas por los equipos veterinarios del Departamento de Agricultura y el equipo del Grupo de Saneamiento Porcino (GSP) han sido negativas.
El dispositivo dentro del parque de Collserola trata de detectar animales muertos y capturar ejemplares vivos, algo que se está haciendo de manera principal con jaulas, evitando en este caso el uso de armas de fuego, ya que el estruendo puede asustar a los jabalíes y favorecer su dispersión más allá de la zona de vigilancia.
El despliegue cuenta con la participación de 117 efectivos de la UME con 25 vehículos, principalmente unidades del Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales (Gietma), de Torrejón de Ardoz (cuartel general de la UME) y el IV Batallón con base en Zaragoza. Esta activación la demandó la Generalitat de Catalunya y se formalizó en la tarde de del domingo, explican fuentes de la Delegación del Gobierno.
«Así mismo, se ha puesto a disposición al cuerpo de la Guardia Civil para cualquier tarea que tenga que realizar el Seprona o cualquier otra unidad de este cuerpo que sea necesaria. Hoy se concretará el despliegue de estos efectivos», añaden.
