Durante los últimos años, España se ha convertido en el país referencia en Europa continental para la educación británica. Hoy, albergamos 143 colegios británicos (con 180 campus), una cantidad que supera los de Francia, Italia y Portugal juntos. Desde la pandemia, como señalan los datos del British Council, el número de colegios ha aumentado un 7% y el de estudiantes, un 16%.

Una cifra que con toda probabilidad aumentará durante los próximos años, en los que centros señeros de la educación británica de élite abrirán sus centros en España de mano de grupos educativos internacionales como Cognita, Inspired o Globeducated. Uno de los ejemplos más claros es la apertura del Brighton College, que tiene previsto inaugurar su primer centro europeo en Madrid en septiembre de 2027 de la mano de Intellego Education, un grupo que promueve la “excelencia académica” y que ya dispone de otros centros en Italia o Portugal.

Madrid se convierte, no por casualidad, en el primer paso de una expansión internacional que continuará por Roma o Lisboa. Brighton College ya tiene sedes en Abu Dabi, Dubái, Singapur, Bangkok, Hanói, Vibhavadi (Tailandia) o Al Ain (Emiratos Árabes). ¿Por qué Madrid? “Madrid es reconocida actualmente como una de las ciudades más vibrantes del mundo, que atrae inversiones de toda Europa y Sudamérica”, explica a El Confidencial Richard Cairns, group CEO de Brighton College. “Creemos que hay un número creciente de padres en la ciudad que desean algo en el sector escolar que refleje mejor la energía y la ambición de esta gran ciudad. Traer una marca internacional reconocida a nivel mundial a Madrid es exactamente lo que han estado buscando”.

El proyecto del Brighton College en nuestro país es ambicioso. El colegio tendrá su sede en Aravaca, distrito donde se concentran algunos de los centros privados más prestigiosos de la comunidad. El centro ofrecerá también la alternativa de internado, algo poco común en los colegios británicos españoles, “proporcionando a las familias opciones flexibles diseñadas tanto para alumnos locales como internacionales” con el objetivo de que los alumnos accedan a universidades como “Oxford, Cambridge, St Andrews, Yale o Harvard”. Su campaña de marketing será internacional.

“Los padres buscan que sus hijos accedan a las mejores universidades”

El Brighton College es uno de los centros de élite más señeros de Reino Unido. Abrió sus puertas en 1845 en el condado de Sussex, y fue elegido como Colegio de la Década en el Reino Unido en 2020 por The Sunday Times. No fue hasta 2011 que abrió su primer campus internacional en Abu Dabi. Pero Europa se le resistía. “Los padres buscan una educación que les permita a sus hijos acceder a las mejores universidades del mundo, un futuro en el que sus hijos se sientan integrados en un mundo internacional, sin perder por ello sus raíces culturales”, explica el doctor Stephen Spurr, director de Educación en Intellego Education. “Esto es lo que Brighton College Madrid, Roma y Lisboa podrán ofrecerles”.

No se trata solo de Brighton College. Globeducated está construyendo un nuevo campus de la Coruña British International School en Culleredo, cuya apertura está prevista para septiembre de 2026. Inspired Education, el grupo global líder a nivel internacional en colegios premium, con más de 115 centros repartidos por todo el mundo (16 de ellos en España), adquirió a principios de este año el Colegio Británico de Madrid, el primero en abrir sus puertas en España en 1939, y también se ha hecho con otros como el Ramón y Cajal, que no es británico pero sí dispone de Bachillerato Internacional.

Desde Reino Unido para todo el planeta

Al contrario de lo que sugiere el tópico, el sistema educativo británico ha tenido una fuerte penetración en España desde hace décadas, como recuerda Carolina Jiménez, Head Education Spain del British Council. Según el informe British Schools in Spain 2024-25, elaborado a partir de los datos de ICS Research, los colegios británicos suponen más de un 40% de toda la oferta internacional en España. Las plazas concedidas han aumentado en el último lustro de 60.000 a 75.000. También ha crecido un 52% el número de colegios internacionales durante los últimos diez años, convirtiendo a España en el quinto país del mundo con más centros de este tipo.

“Son colegios privados, y aunque no son baratos, tampoco son de los más caros, si los comparamos con otros que en términos generales son más caros como los americanos”, explica Jiménez. “Lo que siempre dicen las familias, y que he visto con mis propios ojos, es que vienen por el inglés y se quedan por la educación”. El modelo inglés, añade, permite una “adaptación real al ritmo de aprendizaje del alumno” gracias a un sistema más flexible que otros, como el español.

“Los expatriados buscan educación a la altura de los mejores colegios de Reino Unido”

“Aparte de ser educación privada y de élite, el valor añadido es el inglés, pero ya no tanto el bilingüismo que se puede encontrar en colegios públicos y concertados, sino ser directamente sistema educativo inglés”, valora María Fernández Mellizo-Soto, socióloga de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid. “Son estrategias de diferenciación de las familias de nivel socioeconómico alto, porque solo unas pocas familias pueden permitirse acceder a estos centros”.

¿Qué clase de alumno estudia en estos centros? Aunque Cairn responde que “nos enorgullecemos de no buscar un perfil concreto” porque “cada niño es único y una buena escuela es un lugar que entiende esto en lo más profundo de su ser”, los datos señalan a que el grueso de los estudiantes de los colegios británicos siguen siendo nacionales. Concretamente, un 87% del total, aunque es probable que a través de la entrada de centros de élite la cifra se reduzca, con la vista puesta en estudiantes de todo el planeta.

“Los expatriados buscan sin duda la mejor educación, una que esté a la altura de los mejores colegios que conocen en el Reino Unido”, añade Spurr. “Lo mismo ocurre con las familias españolas que han vivido anteriormente en el Reino Unido y se han beneficiado de la combinación del rigor académico con actividades extracurriculares diseñadas para sacar a relucir y enriquecer el talento de sus hijos”.

“Están llegando extranjeros de alto poder adquisitivo, y eso influye en la educación”

Hoy, España y concretamente Madrid –que históricamente había estado por detrás de Barcelona en cuanto a colegios británicos– se han convertido en el enlace entre la educación internacional y los estudiantes de las clases altas de expatriados, pero también de otros países que desean ofrecer a sus hijos educación diferenciada. Una fórmula habitual en los internados británicos es que familias de todo el mundo los envíen a otros países a estudiar antes de que concluyan sus estudios universitarios en Inglaterra.

“Se están instalando en España muchos extranjeros de alto poder adquisitivo, gran parte de ellos de Latinoamérica, y eso está repercutiendo en muchas esferas, como la vivienda o el centro de las ciudades, pero también en la educación”, añade Fernández. Un cambio que se había notado ya en la educación universitaria y que ahora está llegando también a la educación obligatoria. “Antes iban a EEUU, pero tenían la barrera del idioma y otras que están apareciendo, por lo que España se está convirtiendo en un polo de estudiantes”.

La relación de España con la educación británica explotó durante los años setenta, cuando un gran número de británicos se establecieron en las zonas costeras de nuestro país. “En aquella época había poca regulación, así que las familias se juntaban y abrían un colegio para sus hijos”, recuerda Jiménez. A finales de la década y principios de los 80 empiezan a establecerse como colegios más formales, sobre todo en zonas con altos niveles de población expatriada como Barcelona o las Canarias. Hasta el año 2000, aún había colegios que solo aceptaban a estudiantes británicos. Y, durante mucho tiempo, España ha sido el único país donde el British Council tenía un colegio propio.

Los grupos educativos están adquiriendo centros británicos “familiares”

Eso ha influido también en el mercado de los centros privados británicos, en el que “una serie de grupos educativos están adquiriendo los centros que tradicionalmente habían sido la apuesta personal de una persona con vocación educativa o una familia”. En muchos casos, porque sus dueños (o, como matiza Jiménez, dueñas, porque solían ser mujeres) han llegado a la edad de jubilación y no tienen sucesión clara. “Aún quedan colegios familiares, pero el cambio en los últimos diez años ha sido importante”, recuerda.

Aunque parte de esta estrategia pueda estar condicionada por el Brexit, que ha provocado la salida de trabajadores extranjeros de Reino Unido y el descenso de estudiantes internacionales en los colegios británicos (una caída de alrededor de un 15% desde 2020), Jiménez relativiza su impacto, sobre todo después de llegar a un acuerdo para el acceso directo a las universidades europeas de los estudiantes con A-Levels, el equivalente a bachillerato en el sistema británico.

La privatización de la educación global

Hay que entender estos movimientos como otro ejemplo de la tendencia global a la privatización educativa y a la diversificación de oferta, recuerda Fernández. “Las familias son cada vez más conscientes de la importancia de la educación para el mercado de trabajo, y desde temprano, las que pueden y tienen recursos llevan a cabo todo tipo de estrategias de distinción para que sus hijos compitan mejor y se relacionen con determinados estratos sociales”, explica. “El sistema educativo desde cada vez más temprano se está estratificando y las familias lo anticipan cada vez más”.

Uno de estos ejemplos es la educación internacional. “Estas clases altas que acuden a la educación privada lo que están haciendo es salirse del sistema español, muchas veces no hacen ni Ebau ni la carrera en España, sino que se van a otros países o a la universidad privada que en muchos casos tiene ruta de acceso peculiares”, prosigue. Aunque siempre ha habido colegios internacionales como el Americano o el Alemán, la diferencia es una vocación mucho más global que décadas atrás.

En ese contexto, la educación británica sigue estando relacionada en el imaginario colectivo con un marchamo de calidad y exclusividad que la distingue de otros modelos semejantes. “Es el imaginario de Eton, instituciones prestigiosas, carísimas, de buena calidad y también muy elitistas”, recuerda. En Reino Unido, por ejemplo, la matrícula del Brighton College oscila entre las 10.000 y las 22.000 libras anuales con internado. En Dubái, entre los 64.175 y los 117.993 dirhams (de 15.154 a 27.849 euros).

Jiménez insiste en que, más allá de la fama que le precede, la calidad de la educación británica (no solo de élite) está contrastada, como muestran las minuciosas inspecciones educativas que se realizan en los centros y que tienen como objetivo la mejora educativa, no la fiscalización: “El marco está mejor pensado, por mucho que nos pueda doler”.

George Hartley, director fundador de Brighton College Madrid.

“Estamos muy emocionados por traer nuestra escuela de primera a nivel a Madrid”, concluye Cairns. “Estamos deseando formar parte de la comunidad y la cultura españolas. Nuestro objetivo como escuela es formar a jóvenes adultos que ocupen su lugar en la sociedad y sean una fuerza positiva en el mundo, y estamos muy emocionados por llevar esta filosofía a España”. El centro acaba de designar a George Hartley como director fundador, tras su paso por The King’s School Chester, Elizabeth College Guernsey, Berkhamsted School Hertfordshire, Highgate School London y Eton College. Dentro de menos de dos años, recibirá a sus primeros alumnos.



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By Steve

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