Marbella
Está volviendo a suceder. Los negocios del casco antiguo de Estepona están siendo asaltados casi a diario para robar cajas registradoras, terminales de pago y causar destrozos en los establecimientos.
En esta ocasión están siendo objeto de los ladrones bares y restaurantes. El último en sufrir el robo ha sido Yeca, un bar ubicado en la calle Barranca, junto a la céntrica calle Terraza, al que han destrozado esta noche la puerta de entrada para sustraer la caja, la impresora y el TPV.
Sus propietarios, que regentan además el restaurante Chanchalay, en la céntrica plazoleta Ortiz, están desesperados. Aseguran que esta es la tercera vez que les roban en pocas semanas porque en la hamburguesería han entrado ya dos veces “y ademas de robar se han dedicado a destrozar las televisiones y otros objetos del local”.
A Yeca y Chanchalay se suman El Patio de la Macarena y Grill House, bares ubicados también en el centro de Estepona y que han sufrido robos en los últimos días.
Los comerciantes y los vecinos denuncian la escasa presencia policial en la zona que se limita a alguna patrulla coincidiendo con los días en los que hay algún evento programado por el Ayuntamiento.
Según indica una vecina de la calle Real “aquí siempre ha habido una pareja de la Policía Local en el paseíllo durante toda la noche recorriendo el centro pero eso hace años que se dejó de ver”.
Los propietarios de los negocios aseguran que están aburridos. “Ya no sabemos qué hacer, entran como quieren, se llevan lo que pillan y no pasa absolutamente nada. Entran ganas de no abrir nada”.
Robo en vehículos
A esta situación se une el robo en el interior de vehículos estacionados. Esta noche ha vuelto a repetirse en la zona de Pinar del Seghers mientras que hace unas semanas sucedía en el entorno de las escuelas del Padre Manuel.
Desde el PSOE su portavoz, Emma Molina, señala que toda esta situación “es fruto de la inseguridad que existe en la localidad, especialmente en el extrarradio, debido a la ausencia de Policía Local, un cuerpo que en los últimos 11 años ha visto reducida su plantilla”.
Según Molina, “el alcalde se gasta el dinero de todo en inversiones que no repercuten en los vecinos y desatiende la seguridad”.