La Asociación de Mujeres de Cabanillas no faltó a su cita con la gastronomía popular en Navidad, repartiendo caldo, gachas y migas
Es un acto imprescindible del Programa de Navidad de Cabanillas, y un año más fue un éxito rotundo. Más de 700 raciones de gachas, otras tantas de migas y otros tantos vasitos de caldo de pollo, fueron repartidos en la tarde del domingo 28 de diciembre por la Asociación de Mujeres La Campiña, entidad que lleva más de 35 años repitiendo este mismo evento, siempre con un enorme respaldo y aceptación popular.
Se trata de un evento muy peculiar, que como explica la presidenta de «La Campiña», Julia Moratilla, nació como una broma en un Día de los Inocentes como ha sido este 28 de diciembre. «Al principio hacíamos castañas, chorizos y gachas, y se repartían en el patio de la sede de la asociación. Nos disfrazábamos de castañeras, con toquillas y delantales, y así nació». Luego se cambiaron los chorizos por migas, y finalmente las castañas (que solía cocinar el recordado «Pajarero») por el caldo actual, y el evento se trasladó a la Plaza del Pueblo, dado que el patio de la asociación se había quedado muy pequeño. «Y así seguimos, que esto va a más cada año», explica Moratilla.
El reparto de la comida comenzó puntualísimo, a las 19 h. en la Plaza del Pueblo, donde una enorme cola de vecinos y vecinas ya esperaban para coger alguno (o varios) de los platos típicos castellanos que se repartían en el interior de la carpa, todos ellos tan propios de estas fechas. Y los elogios a la elaboración fueron unánimes. La degustación resultó muy concurrida, hasta el punto que se superaron las previsiones, y se agotaron todas las raciones preparadas para la ocasión. Este año se emplearon en la elaboración de estos platos 7 kilos de harina almortas para las gachas, 15 kilos de migas, 12 barras de pan adicionales, además de ingredientes como 12 kilos de picadillo y panceta, y otros como ajos, aceite o sal, aparte de los cien litros preparados de caldo de pollo.
El público congregado disfrutó muchísimo la iniciativa de «La Campiña», uno de los eventos que con más cariño se acogen cada año en las Navidades cabanilleras.