El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha finalizado el contrato de obras para la instalación de balizas disuasorias de fauna en varios tramos de la carretera N-502, en la provincia de Toledo con una inversión de 550.034,67 euros (IVA incluido). La actuación se ha realizado en varios tramos puntuales entre los kilómetros 85,7 (Parrillas) y 179,6 (Sevilleja de la Jara) con financiación de los fondos europeos NextGenerationEU en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
El objeto de la actuación ha sido la reducción de la accidentabilidad causada por atropello de animales en varios tramos de la citada carretera mejorando con ello la protección de la fauna y la seguridad de los conductores.
Se han instalado los siguientes elementos: balizas de dos tipologías (disuasorias de fauna y balizas de control) y vallas de cerramiento en los márgenes de uno de los tramos, según necesidad. Las balizas disuasorias de fauna están compuestas de dos elementos de disuasión: ultrasonidos y luces led intermitentes alimentadas con placa solar, y emiten señales acústicas y luminosas, respectivamente, alertando a los animales que están próximos a la carretera y pretenden cruzar la misma. Dichas balizas se activan cuando se cumplen dos requisitos, permaneciendo inactivas el resto del tiempo:
- Existencia de tráfico en la calzada, permitiendo el paso de los animales.
- Presencia de un animal dentro de su campo de detección, con un radio de acción efectivo que oscila entre los 13 y los 17 m, por lo que las balizas se han proyectado cada 20 m.
Por otra parte, las balizas de control se activan únicamente con la presencia de vehículos y están situadas a una distancia comprendida entre 150-200 m de las primeras balizas disuasorias de fauna.
El procedimiento de funcionamiento es el siguiente: una vez el vehículo es detectado, la baliza de control activará a las balizas disuasorias de fauna las cuales generan una secuencia de ultrasonidos y destellos de luces que ahuyentarán al animal tanto si se encuentra en las proximidades de la carretera (evitando que crucen) como si se encuentran dentro de la calzada (tratando de expulsarlo fuera de esta). También de esta forma el conductor al ver los destellos de luces entrará en advertencia de un posible peligro y tomará precaución. Una vez se haya detectado que no existe ningún vehículo dentro del tramo de protección, el sistema se apagará permitiendo que los animales puedan cruzar la calzada sin riesgo de atropello.